NOS PERDIMOS CUANDO LLEGAMOS A ENCONTRARNOS.

Podríamos haber estado así días, semanas. ¿Quién sabe? Quizás meses. ¿Por qué tener que echarnos de menos? Si de tenernos en las manos ya estábamos acostumbrados. De sonreírle a las sonrisas del contrario. De ignorar el horizonte más allá de lo necesario. Pero de un fallo nació otro fallo y sin darnos cuenta perdimos consistencia; nos perdimos. No sé quién perdió a quien. No se si fuimos nosotros mismos quienes no volvimos a querer encontrarnos. Las razones y los motivos terminaron derrochando impulso. Impulso que aprovechamos para girarnos hacia el otro lado. Pero no tengas la jodida esperanza de pensar que se ha terminado; todavía queda mucho camino que recorrer y pienso detenerme en cada escenario hasta que un dia sin querer llegue a estar a tu lado.