14.12.14

Cualquier día de estos.

Estoy tan triste que -no he encontrado palabras para completar la oración-.  Devuélveme el calor, que me muero del frío. Enséñame a reír, recuérdame vivir, recógeme del subsuelo. Hazme olvidar lo que dijiste, dime algo bonito; no me hables de mí, háblame de nosotros. Sécame los ojos, humedéceme el corazón. Se me escapa la ilusión por la herida del disparo, cúrala, cúbrela, cuídala; haz lo que quieras, pero hazlo rápido. Apriétame las sienes, que quieren salir volando. Abrázame como si ya me hubiera ido, no me dejes que me vaya. Grítame, que ya no escucho nada. Si se me olvida respirar, pídeme que lo haga una vez más, hay oxígeno para ambos. Relájame la nuca, refuérzame los brazos. Ya no sé si he dejado de saber o he comenzado a saber demasiado. Me siento lejos, pequeña, invisible, imposible, a tu lado. Tengo tanto miedo de lo que piensas que me he tapado los oídos por si acaso. Se me ha hundido la distancia en el pulmón izquierdo, a ti ni se te acerca, ni te roza el cuerpo. Desdúdame; quiéreme y que eso sea suficiente. 

2 comentarios:

  1. Precioso desde el principio hasta el final.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta como escribis! Yo recien estoy iniciandome, pero pasate cuando quieras por mi blog. Nos vemos!

    ResponderEliminar