4.11.14

Escupir es un asco que puedo permitirme, y lo hago.

Hace un aire fuera
que cualquiera
saldría volando.
El pelo mojado
no se me va a secar solo
pregunto.
Me he liado la manta
a la cabeza
y tengo frío en el cuerpo.
Se me caen los párpados
pero no pienso agacharme
a recogerlos.
Hay demasiada oscuridad 
para tanto miedo
en esta sala, enciéndanla.
Me he llevado todo el día
revolcándome en la mierda
y huelo mal.
Le echo de menos
y no quiero
pero no puedo.
Cualquier verdad que diga
podrá ser usada
en su contra.
Todo es tan triste
que lo he pintado de gris
para que vayan a juego.
Que alguien me enseñe
a usar la felicidad
que viene sin instrucciones.
No me pienso conformar
con leerte
pudiendo besarte.
Ha quedado claro
que la distancia la veo
toda de negro: 

Espero que cualquier día no reviente, porque no estarás para verlo.

Voy a decorar este silencio, 
se ha vestido demasiado serio.
¿No te asusta que no pueda soportarlo?
-le dijo el rascacielos al viento.
Cuidado con ese llanto,
se va a transformar en soneto.
Podrás leerme mil veces,
y hacer como si fueras ciego -quizás entonces te lo grite-.

¡Mirad! ¡Una declaración de horror!

Ya está todo dicho
pero sigue sin entenderlo.
Solo sabe lo que lloras
si solo lo ha llorado antes. 
Nadie dice nada 
y nada es suficiente para nadie
pero no para mí.






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