23.8.13

Málaga.

Marrón y verde; ambos colores en sus diversas variedades y tonos se entremezclan debido a la velocidad. De vez en cuando se distingue una pequeña casa blanca que aparece como un rayo de luz. Eso es todo lo que alcanzo a ver desde mi incómodo asiento azul del tren. El trayecto no es excesivamente largo, pero sí lo suficiente para tratar de reemplazar los recuerdos obtenidos estos días con aquellos de hace dos años. La ciudad no ha cambiado en absoluto, ha permanecido inmóvil, a pesar la continua inquietud paseando por sus calles. Las luces que la iluminan en esta época del año, tampoco son distintas a las de aquella noche. Hasta podría asegurar que las personas con las que me he cruzado llevan congeladas ahí durante estos más de setecientos días. Si existiera la posibilidad de que hubiera tenido lugar un salto espacio-temporal, juraría que nada ha cambiado, que hasta él y yo podríamos seguir siendo los mismos 'nosotros' que entonces. Pero los saltos espacio-temporales no existen, el tiempo pasa y ninguno de los dos somos los mismos. Los días han terminado, dando paso a más días, que se han tornado en semanas, que se han convertido en meses, que han desembocado en años. Pero mi memoria se niega a perderse, insiste una y otra vez en recordarme que una persona no olvida lo que quiere, sino lo que puede. He aprendido a vivir con ello, he conseguido que permanezca conmigo sin que me atormente, y creo -porque no estoy del todo segura- que es un paso agigantado hacia un final en el que deje de estar -tanto-.

He pisado las pisadas que dejamos; las he re-recordado. Dónde fuimos, qué hicimos; hasta estuve a punto de repetir el recorrido. Pero si mi intención era sustituirlo todo, la última y peor solución era recrear nuestra escena otra vez. Así que he tratado de hacer todo lo que dejamos de hacer porque no tuvimos tiempo suficiente, y he rellenado los vacíos que dejó cuando se marchó.

Cuánto te lloré, Málaga; y cuánto te he reído esta vez. 

4 comentarios:

  1. últimamente estás....alucinante. Que capacidad para transmitir lo que sientes, sin decirlo directamente. Impresionante

    ResponderEliminar
  2. Siempre me siento identificada con lo que escribes. Espero que te guste lo que escribo,o al menos te ayude a darte cuenta de que no estas sola en esto de esperar lo inesperado. http://nanadedia3.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  3. "Cuánto te lloré, Málaga; y cuánto te he reído esta vez."
    He estado en Málaga hace poco y realmente se puede definir en esa sola frase. Tu blog es increíble, ¡enhorabuena!

    ResponderEliminar
  4. Anónimo1/9/13, 3:36

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar