19.8.13

Señor Desinterés, pase y acomódese.

Bienvenido de nuevo, Don Desinterés.

Te comento; la historia se repite. Y te prometo que esta vez no es culpa mía. He depositado confianza en las manos de alguien que ha decidido aplastarla; le he mostrado mi interés y ha retirado la mirada. No sé, quizás debería de mantenerlos más conmigo -a la confianza y al interés me refiero-; pero ya ves, se me escapan y cualquiera los detiene. ¿Es eso derrochar? demostrar lo que se siente y ofrecer disposición, digo. Ya no entiendo cómo funciona esto; he olvidado cómo se juega y por más que tiro el dado, siempre sale cero ¿qué hago si ya apenas me muevo a lo largo y ancho del tablero? Así que le he solicitado al árbitro un poco de tiempo muerto -que no sé cómo lo ha matado, por cierto- y me lo ha dado -en una bolsa rota de plástico; hay que ver qué poco glamour hay en el mundo de la falta de interés-.

Ay; he intentado que no vinieras, tu presencia -con perdón- me hace sentir menos persona de lo que suelo ser, pero mi esfuerzo ha sido inútil. Así que bueno, ya que estás aquí, pasa y siéntate, te invito a un café; veamos cuanto dura esta vez.

5 comentarios:

  1. Eres demasiado.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta cómo escribes, de verdad. Sigue así.

    ResponderEliminar
  3. Encima de ser la cosa más bonita que he visto en mi vida, cada puto verso que escribes es puro arte... Qué injusto...

    ResponderEliminar
  4. no dejas de sorprenderme. cada vez que escribes es algo totalmente nuevo, emocionante y desconocido. Me asombras!!!

    ResponderEliminar