llenando vacíos

Hay cosas que sabemos desde que tenemos uso de consciencia, hay otras que vamos aprendiendo con el paso del tiempo y hay otras que la sabemos un día cualquiera al despertar.

¿Qué quieres ser de mayor? te preguntan al tiempo de aprender a hablar; e ilusos de nosotros, respondemos aquello que creemos que nos puede hacer feliz. ¿Cuántos años pueden pasar hasta que empiezas a darte cuenta de lo que es la realidad? ¿qué pasa cuando descubres que lo que quieres ser no es lo que puedes, deberías o tienes que ser? 'no puedes hacerlo' 'no sirves para eso' o 'nunca llegarás a serlo'. Y así te quedas, más pequeño que aquel día, cuando te lo preguntaron por primera vez. El mundo se convierte en un lugar demasiado grande como para querer vivir en él. Y tú te conviertes en un ser demasiado vulnerable como para exponerte a las pisadas de aquellos que saben luchar. Entonces tienes dos opciones, dedicarte a hacer algo que se asemeje a aquello que puede hacerte feliz el resto de tu vida, o dedicarte a hacer algo que te regale la vida que quieres, aunque el hecho de hacerlo no te haga feliz. Lo fácil que llega a ser imaginarte y lo difícil que resulta posicionarte así, ahí y allí. Sabes lo que quieres. No quieres lo que puedes. ¿Puedes lo que quieres?

Y pase lo que pase, sea como sea, siempre te quedará llenar vacíos haciendo aquello que amas, aunque no lo hagas para poder vivir, aunque tan solo lo hagas para mantenerte vivo.