Hablemos de cómo hiciste que me enamorara de ella.
Hablemos de cómo nos imaginé en todos sus rincones.
Hablemos de cómo nos perdimos en uno de ellos.
Yo nunca había decidido volar sola, hasta que volar fue la única manera de llegar a ti. Volé porque me lo pediste, aterricé porque no tuve más remedio; aterricé lejos, aterricé desconocida, aterricé sin nadie más que tú. Y cuando llegué casi que ni te encontré. Y entonces qué otra cosa podría hacer que recorrerme tú ciudad, esa misma que tanto me ha dado por envidiar en tantas ocasiones porque te ha vivido más de lo que a mi me hubiera gustado vivirte. Entendí por qué tú allí. Comprendí que esa ciudad es distinta a todas las demás; como tú. Confirmé que es un lugar que a primera vista parece impenetrable, inaccesible e intocable, tan majestuoso que te da miedo hasta tocarlo, haciéndote sentir diminuto entre tanta ostentación; como tú. Pero luego te vas adentrando en su magia, paseándote por lo desconocido, palpando lo destructible y comprobando que, sin duda alguna, es la mejor parte de todas; como tú. Quizás por eso me enamoré de ella y quizás por eso sueño cada día con volver a recorrerla. [...]
Una vez te prometí que algún día volvería para quedarme, así que volveré aun sabiendo que ya no estarás ahí para esperarme."
No sé cómo lo haces, pero siempre termino con la piel de gallina cuando entro todas y cada una de las noches a leerte.
ResponderEliminarSé que te lo habrán dicho millones de veces y todo eso, pero eres ENORME (y me quedo corta). Logras plasmar aquí lo que algunos sentimos y no sabes qué es o cómo sacarlo fuera. Créeme cuando te digo que leyéndote, sé que todo va a ir un poquito mejor al día siguiente, y más en días difíciles.
Sigue escribiendo así de precioso.
Me encanta. Sin palabras. Me describes
ResponderEliminarAcabas de describir mi amor por Barcelona. Me encanta.
ResponderEliminarSé que es lo que siempre te dicen, pero es que has descrito con pelos y señales mi historia. Como me enamoré de un chico de otra ciudad, como me envalentoné para pillar un bus yo sola y plantarme allí (por primera vez en mi vida) sin conocer nada, y acabe enamorándome profundamente no solo de él, sino de la ciudad, una ciudad a la que me encanta volver una y otra vez, me perdí con el en sus callejuelas de madrugada, y viví de los momentos mas bonitos de mi vida. Y pensar que casi no tomo ese autobus por miedo, y sin embargo hacerlo fue de las mejores cosas que he hecho nunca, ese y todos los siguientes que cogí después. Los pelos de punta, gracias por escribir así
ResponderEliminarComenzar a leer y de repente sentir un escalofrio. Arte es lo que consigue que tengas esa sensacion.
ResponderEliminarTremendo, sin más.
ResponderEliminar