Pequeñas historias. #2

Es de esas tontas que cuando le duele, escribe. Si, a veces llora. Pero casi siempre escribe. Lágrimas lingüísticas dice que tiene. Pero ¿sabes por qué? porque estudia lenguas. Y no lenguas de bocas cualesquiera. Estudia palabras. Por eso escribe; creo. Cree. Es tan risueña que se pierde entre letras. Y tú te preguntarás cómo, pero ella también se lo pregunta; no sabe la respuesta. Lo peor es cuando piensa. Se le forma una sopa de letras en su cabeza, y por más que busca, no encuentra. Se marea, se enreda y sueña.