PAPELES ARRUGADOS RESCATADOS

"Ella le prometió el rojo. A cambio le regaló esa rosa que parece prometer cosas; aun así ella no quería promesas, en todo caso, solo la rosa, para poder jugar después. Y si más que nada esos labios gritaban ser callados, ella lo hubiera intentado de no ser porque sus palabras no dejaban de salir. Juraría que sería pecado tener que callar una voz así, pensó. Quisieron y como lo quisieron, los demás desaparecieron; al menos para ellos, porque realmente siempre estuvieron alli. Podría haber sido tan fácil que a ella le asusta. Podría haber sido tan rápido que el se negó; o al menos eso parecía. La noche iba pasando al día y con el día desapareció. Ella nunca lo sabrá; el siempre lo ocultó y ella podrá morir de celos de todos sus pensamientos."