LOS DEFECTOS DE LO PERFECTO

Sobre sus quince centímetros de tacón de aguja fina desfila las aceras de la capital. Se siente segura de si misma porque sabe que nada saldrá mal. El bolso, de grandes proporciones, así puede llevar consigo todas sus victorias carentes de emociones; y por cada una de ellas, se regala unos nuevos tacones. Los labios rojos, para que cuando su intención sea mentir nadie le mire a los ojos. Sus uñas delicadamente cuidadas, aunque parezcan vírgenes, han arañado más de una espalda. La ropa interior siempre conjuntada, le gusta saber que la perfección también existe debajo de la ropa. Sus gafas de sol, no solo le cubren sus pestañas recién pintadas, forman dos círculos correctos que esconden las ojeras que confiesan que nada es perfecto. Actitudes envidiables, aspecto de musa, maneras de princesa rusa. Vida de heroína. Sobre el tema del engaño es una artista, capaz de convencerte de que no hay hombre que se le resista. Habla sin tapujos, siempre le ha faltado vergüenza y le ha sobrado confianza para derribar el mundo. Lo tiene todo. Todo menos lo que más necesita. Todo menos a él.