28.6.14

Interludio.

Una despedida es como un intento de suicidio; 

sabes que será un fracaso, 

pero por un segundo realmente llegas a creer que puedes morir. 

Y en ese tiempo de pensar que te esfumas,

entonces le ves 

y prefieres vivir.

Y prefieres decírselos, a escribir

los veinticien por qués

y hacérselos creer.

Y entonces le besas;

de esos besos de este es el último hasta el próximo,

de voy a gastarle los labios por si acaso;

y lo hago en defensa propia.

Y te debates entre un hasta luego,

sin saber exáctamente qué significa eso;

o un hasta pronto,

aunque pronto sean mil años luz.

Pero cualquier palabra es mejor

que decir adiós,

porque esa es la única que le permite a alguien

marcharse y no volver.

Y es que esta despedida ha sido como un intento de suicidio;

en el que el único motivo,

es sentir que quizás irse pasa siempre

es mejor que irse un tiempo

pero sin él.



2 comentarios:

  1. Increíble, como siempre.

    Gracias por volver.

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  2. Es precioso. Tan precioso como cierto. Encaja con los sentimientos a la perfección. Gracias mimi

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