13.10.13

Ya no quiere que le quiera.

Ya no quiere que le quiera.
Ya no quiere que le llueva 
para luego iluminarle 
con mi sonrisa cuando amanezca.
Ya no quiere que le duela 
para luego hacerle risas 
cuando menos se lo espera.
Ya no quiere que le quiera.
Ya no quiere que le empape 
cada noche como si se tratara 
de colores de acuarela.
Ya no quiere ser mi vela,
ni que mi cintura 
sea el mechero que le encienda.
Ya no quiere que le quiera.
Ya no quiere perderse 
para que más tarde sea yo 
la afortunada que le encuentra.
Ya no quiere que le convierta 
en la estrella de mi película, 
ni en el protagonista de mi novela.
Ya no quiere que le quiera,
pero aún no me ha explicado 
cómo cojones puedo dejar de quererle.

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