'Hoy conduce por aquella carretera, en silencio, solo suena la lluvia. Lo que más admira de la oscuridad es cómo brillan las luces sobre ella. Se adentra en las profundidades de la nada. Nada mejor que todo lo que no quiere. Al menos eso cree.
Avanza observando cómo las gotas de agua se deslizan por el cristal. Sabe que debería de fijar su atención en las delimitaciones de la carretera, pero se distrae con el movimiento vertical de la lluvia; ese movimiento constante la tranquiliza, le hace sentir espectadora de un mundo en el que no participa, tan solo observa los detalles y experimenta sensaciones. Eso necesita; observar y dejar de ser persona.
La carretera se bifurca, gira a la derecha. No está alerta de sus movimientos, simplemente sigue su instinto, o quizás se deja llevar por su Land Rover, que conoce de sobra el camino hacia el punto al que se dirige. Siempre ha sido su hombro de lágrimas, solo esa máquina robusta y sin alma ha tenido el placer de acompañarla a aquel lugar. Lo descubrió un día de esos en los que se queda sin aire de tanto respirar para intentar calmarse. Buscó paz y allí estaba.
Apaga el motor del coche, se enrolla la bufanda de lana alrededor del cuello y se coloca su gorro a juego. Nada más abrir la puerta siente cómo el frío polar penetra en sus huesos. Primero en todos los de la parte izquierda del cuerpo y luego se extiende por el resto. Sus ojos y mejillas reciben el impacto como una bofetada. Sopla fuerte, como si de esa manera pudiera calentar todo el aire. Coge un cigarrillo y sale a la oscuridad de la noche, tan solo iluminada por los dos faros de su todoterreno.
Ahí está: su mundo. Pisa lo poco de verde que permanece sobre la tierra húmeda y avanza hacia aquel banco de madera, salpicado por las gotas de rocío. Se sienta sin importarle la mancha que se ganarán sus vaqueros. Y mira.
La ciudad. Entera. Se aprecia la forma de las calles debido a las luces salpicadas de cada hogar junto con las tan ordenadas farolas en línea que determinan las manzanas. Tan enorme. Tanto. Cuánta gente, piensa. Cuánto mundo y tan solo es un pedazo. Cuántas opciones y cambios, ahí delante de sus ojos, más las miles que no ve.
Respira despacio, una vez más. Cuando llegue a casa volverá a ser lo que era. Tan grande parecen sus problemas, y tan pequeñita parece ella...'
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